Si no puedes probar si una idea es buena o no porque crear un prototipo es demasiado costoso, la solución es PREtotipar.
Corría el año 1980. En aquel entonces, una multinacional cada vez más conocida llamada International Business Machines, se había convertido en líder en el suministro de “computadoras centrales” y era un proveedor relativamente bueno de máquinas de escribir “electrónicas”.
Además, el mundo de los negocios comenzaba a cabalgar cada vez más deprisa sobre documentos “digitales”, y exigía superar con urgencia, como dice Alberto en su libro, “los dos dedos por mano para teclear”. El sueño de ser capaz de transcribir la voz a texto en una máquina de escribir “electrónica”, o sobre un “ordenador personal” empezaba a sonar a mucho, mucho dinero.
Eso sí, IBM se enfrentaba a una inversión enorme para crear un cacharrito que transcribiese nuestras palabras habladas a escritas, y que sería deseado por todo el mundo.
¿Todo el mundo?
Alguna cabeza pensante en IBM se opuso a la idea, por considerar que la gente nunca había usado un sistema similar y, a pesar del entusiasmo inicial de la idea, no estaba claro que lo fueran a usar.
El problema era que no podían hacer estudios de mercado preliminares porque crear un prototipo era ya demasiado costoso.
¿Solución? PREtotipar.
Os recomiendo el libro “Pretotipar esto”, de Alberto Savoia , traducido por Julián Domínguez Laperal que tenéis como descarga libre en este enlace.
Alberto define en su libro el concepto:
Pretotipar es una forma de probar una idea rápida y económicamente mediante la creación de versiones extremadamente simplificadas, simuladas o virtuales de esa idea para valorar la premisa “si construimos esto, lo utilizan”.
Así que pusieron a varios tipos de cliente potencial del sistema Voz a Texto de IBM en una habitación, cada una con un ordenador, una pantalla y un micrófono, pero sin teclado. Les dijeron que habían construido un prototipo de la máquina Voz-a-texto, y querían probarlo. Lo que no sabían es que al otro lado del micrófono había un mecanógrafo transcribiendo las palabras a texto escrito a manubrio.
La experiencia técnica era perfecta…. obviamente. A ojos de los usuarios, la máquina no cometía ningún fallo, y con una respuesta casi inmediata… Impresionante, ¿no?.
Al cabo de usar “la máquina perfecta” durante algunas horas al día, durante varios días, la gente empezó a abandonar. Problemas de garganta, inapropiada para textos confidenciales, corrección de errores o modificación de párrafos demasiado compleja, falta de claridad en el proceso de dictado…
IBM decidió ralentizar la inversión. ¿Os suena a algo pareSIRIdo?
Fig 1. El autómata Turco. El primer pretotipo de la historia de una máquina que “sabía” jugar al ajedrez.
O sea, que el Pretotipo es algo aún más simple y barato que el Prototipo. Es un trabajo exclusivamente dirigido a la experiencia REAL del uso de un producto, idea… o requerimiento.
Alberto Savoia ha inspirado con sus planteamientos nuevas estrategias de testing temprano, o pruebas exploratorias, especialmente en el ámbito de las Pruebas Funcionales.
Ya no se trata simplemente de probar requisitos ya definidos, sino de colaborar con los equipos de Desarrollo en la confección de Pretotipos que ayuden a probar estos requerimientos y adaptarlos a las necesidades reales del usuario, cuanto antes.
Nuestra Biblioteca de Pretotipos nos sirve, además, como un inesperado repositorio de Ciclos de Pruebas Funcionales, que permite una reutilización francamente sorprendente, con un mantenimiento irrisorio, y meramente documental.
La filosofía del Pretotipado exige planteamientos muy abiertos, y extremadamente simplificadores.
Pero va más allá del mundo tecnológico, y casi del empresarial.
Si lo piensas, hay muchas necesidades de pretotipar a tu alrededor…
Muy interesante el artículo! Bajaré el libro recomendado pues lo más interesante del libro no es el propio libro en sí, sino quién lo recomienda.
Muchas gracias!
Un abrazo.
Ya me contarás….
O mejor, ya lo contarás en el blog ;D