Este año uno de los grandes presentes ha sido Docker, donde centré mi foco dentro de la feria; pero también había espacios para productos tipo CRM, gestores de contenido, gestores de máquinas virtuales, sistemas de seguridad, charlas sobre proyectos, lenguajes y, sobre todo, de la filosofía opensource.
Teniendo en cuenta que es mi primer año, la experiencia fue agradable. Desde mi punto de vista, la feria estuvo bien dimensionada en cuanto a espacio y aforo, usando las instalaciones de los cines de Chamartin para realizar las charlas y los stands en una zona multiusos. Esto evitó atascos entre unas zonas y otras. Quizá uno de los fallos que sí oscureció un poco la feria es el tiempo de las charlas, ya que en 35 minutos no daba tiempo a sacarle todo el partido al tema y al ponente, al menos para mí.
Las charlas de Docker se centraron en explicar las virtudes de la solución pero, en mi opinión, la más interesante fue en la que explicaron una situación en un proyecto web real (resumen por cortesía de la gente de Ackstorm). En dicho proyecto querían hacer entrega continua sin pérdida de servicio y fueron probando diferentes tecnologías hasta llegar a una solución con Docker y Jenkins en la cual Jenkins comprobaba si hay una nueva entrega y, si la hay, la compilaba, validaba, creaba un nuevo commit y en otro nodo un script escuchador con dos contenedores Docker, en los cuales se destruiría el que llamamos repo y se levantaría con la nueva versión. Después, se redireccionarían los puertos del contenedor principal hacia el nuevo repo, y se destruiría el principal. En ese momento se levantaría otro contenedor como el nuevo y así quedaría el antiguo repo como principal y el último creado como repo.
También asistimos a una charla en la que se explicaba el producto Dolibarr, una combinación de ERP y CRM. Bernardo Cabezas de 2Byte nos explicó las virtudes del producto y cómo funcionaba la comunidad de desarrollo de esta herramienta. También habló sobre cómo la empresa realmente vivía de los plugins o desarrollos a medida sobre ese núcleo opensource.
Uno de los ponentes que no suele faltar si hay un espacio para la seguridad es Chema Alonso, que nos explicó cómo han llevado a cabo un proyecto de investigación y desarrollo que se les ocurrió realizar sobre la herramienta opensource WordPress para añadir niveles de seguridad con su herramienta “LATCH” y así llegar a tener un WordPress en “Paranoid Mode”.
Hubo un momento que, por cambiar un poco de aires, nos encontramos con una charla de motivación en el desarrollo de soluciones, “Tecnología y deporte, flechas e indios”, la cual introdujo Xesco Espar, entrenador de balonmano, campeón de Europa con el FC Barcelona y colaborador en EDUVIC INSPIRA. Nos indicó cómo dirigir los esfuerzos y la motivación para poder llevar a cabo un proyecto remarcando que siempre tenemos que tener en cuenta el destino y el objetivo de lo que vamos a realizar.
Al final de la tarde, antes de los betabeers, las últimas charlas fueron tipo meetup, todo un acierto porque ocupaban más horas que las charlas habituales del día y dejaba tiempo a poder reflexionar más sobre los temas a comentar. Yo acudí a una charla dedicada a los lenguajes funcionales y cómo generalmente la gente piensa que son lenguajes de formación; sin embargo, cada vez están ganando más terreno a los lenguajes habituales. Las comunidades de Programación Funcional, HaskellMAD y ScalaMAD se unieron para iniciarnos en el concepto de los lenguajes funcionales y para, posteriormente, centrarse en tres de los más usados en la actualidad: Erlang, Haskell y Scala.
En definitiva, fue un lugar donde juntarse tanto empresas como clientes que quisieran realizar negocios sobre plataformas opensource y de software libre, donde presentar sus soluciones y, como en todas las ferias de productos de desarrollo software, un gran escaparate para la captación de nuevos talentos. Esperemos que al año que viene se vuelva a realizar y, tal y cómo comentaron algunos asistentes, vaya ‘in crescendo’.